Desprecio ambiental

Me ha impresionado mucho este editorial del 12 de octubre de 2006 de El País acerca de la vergonzosa tala de pinos ocurrida hace poco en Navas del Marqués (cuyo alcalde es del PP), y sólo fue detenida ante la presión del Fiscal de Medio Ambiente. De nuevo se queda en evidencia cómo el interés individual (en este caso del ayuntamiento) prevalece frente al colectivo y la preservación del entorno. De nuevo, suculentos intereses urbanísticos en juego para -previsiblemente- beneficio de unos pocos. De nuevo, peligra el medio ambiente y nuestro mayor recurso -los paisajes, la biodiversidad...- ante la indiferencia de los que tienen el poder. De nuevo, administraciones públicas implicadas que no sabemos hacia dónde miran cuando se les advierte de estos casos -incluso por sus propios técnicos-. De nuevo, se actúa a posteriori, cuando ya estamos llorando la pérdida. Y de nuevo, nos sentimos avergozados de quienes nos gobiernan.

¿Para cuándo administraciones honestas que defiendan lo de todos en beneficio de todos? Este no es sino otro caso más de mala fe y -cómo dijo una vez una profesora mía de la universidad- de ser obtuso. Torpes, porque no son capaces de ver más allá de sus narices y valorar la importancia de proteger el medio ambiente; por no aprender de los problemas ambientales de su alrededor que han ocasionado similares decisiones; y por no arriesgarse a ser diferentes y apostar por la sostenibilidad.

Estoy profundamente avergonzado por esta situación y tantas otras que ocurren cada año. Tal vez deba llegar el día en que las deciones de un municipio las tengan que tomar los ayuntamientos de los alrededores, quizás sólo así las decisiones respondan al interés general.

Por cierto, el Ministerio de Medio Ambiente se podría dar un saltito por las costas turísticas canarias, a ver si así se frena la "hormigonización" del litoral y de la desembocadura de los barrancos. En efecto, como ya no queda litoral, han retomado la antaña apuesta por ubicar nuevos complejos aguas arriba de los barrancos. Así con "suerte" terminan por hacer desgraciadas a las Islas Afortunadas.

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