Y es que la Universidad de Granada le ha encontrado un nuevo uso: la depuración de aguas industriales. Según sus investigaciones, los huesos de aceituna poseen biosorción, esto es, son capaces de retener metales pesados (en este caso). El proceso es muy limpio, pues como salidas del proceso se obtiene el agua depurada y los huesos con los metales. Estos posteriormente pueden ser tratados para recuperar el metal, y los huesos ser usados luego como biocombustibles.
No es la primera vez que oímos hablar acerca de la utilidad de los huesos de aceituna. Ya hace tiempo que los investigadores descubrieron su alta capacidad calorífica. Gracias a esta propiedad 300 familias madrileñas disfrutan de calefacción ecológica, un hotel de Jaén se abastece energéticamente, se pueden cocer caracoles o se mantiene climatizada la piscina olímpica de Cazorla (Jaén).
Si quieres experimentar por tu mismo esta propiedad te invito a que saques de un maní (o cacahuete) su energía con este experimento que no propone el CONICYT de Chile desde su web divulgativa Explora.
PD: Para todos aquellos que suelen seguir este blog, pedirles disculpas por la tardanza en añadir un nuevo artículo (ya se sabe, las Navidades...)
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