Esta semana pasada he tenido la oportunidad de acercarme al pueblo grancanario de Fataga, uno de los que se vieron cercado por el incendio de principios de mes.
Llegando desde el sur insular parece no haber ocurrido nada... pero nada más lejos de la realidad. A un kilómetro del pueblo comienzan a aparecer zonas quemadas y en seguida surgen negras y altas lanzas a modo de "La rendición de Breda" de Velázquez, hasta que nos damos cuentas de que son los restos de las palmeras que rodeaban el pueblo. En aquellos puntos donde el fuego se ensañó más, el negro deja paso al blanco de las superficies calcinadas.
Las casas de Fataga prácticamente se libraron de las llamas. En otros casos el caprichoso fuego llegó a saltar y alcanzar sólo una vivienda en el interior del pueblo y afectar a algunas de las limítrofes. Sin embargo, después de atravesar las calles y llegar al norte del pueblo se puede ver como el fuego rodeó las viviendas alcanzando las mismas puertas de las casas. El paisaje es bastante tenebroso: palmeras esqueléticas y negras, suelos calcinados, árboles quemados y restos de mantas con las que los vecinos intentaron apagar las llamas.
Aquí dejo varias imágenes del sitio. Un montaje de la zona norte del pueblo, una panorámica desde el norte del pueblo (se aprecia la zona quemada junto a las casas y en parte de las laderas), y algunos detalles (pica sobre las fotos para verlas a mayor tamaño)
Llegando desde el sur insular parece no haber ocurrido nada... pero nada más lejos de la realidad. A un kilómetro del pueblo comienzan a aparecer zonas quemadas y en seguida surgen negras y altas lanzas a modo de "La rendición de Breda" de Velázquez, hasta que nos damos cuentas de que son los restos de las palmeras que rodeaban el pueblo. En aquellos puntos donde el fuego se ensañó más, el negro deja paso al blanco de las superficies calcinadas.
Las casas de Fataga prácticamente se libraron de las llamas. En otros casos el caprichoso fuego llegó a saltar y alcanzar sólo una vivienda en el interior del pueblo y afectar a algunas de las limítrofes. Sin embargo, después de atravesar las calles y llegar al norte del pueblo se puede ver como el fuego rodeó las viviendas alcanzando las mismas puertas de las casas. El paisaje es bastante tenebroso: palmeras esqueléticas y negras, suelos calcinados, árboles quemados y restos de mantas con las que los vecinos intentaron apagar las llamas.
Aquí dejo varias imágenes del sitio. Un montaje de la zona norte del pueblo, una panorámica desde el norte del pueblo (se aprecia la zona quemada junto a las casas y en parte de las laderas), y algunos detalles (pica sobre las fotos para verlas a mayor tamaño)
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