Ferrari F430 Spider Biofuel

La belleza y la potencia no están reñidas con la ecología. Parece que esto es lo que los ingenieros de la casa Ferrari tenían en la cabeza y que han exteriorizado en el prototipo Ferrai F430 Spider Biofuel.

El fabricante italiano de deportivos de lujo se sube de esta manera al carro de la ecología presentando una evolución del modelo F430 Spider que le permitirá emplear también como combustible el E85, combustible formado por un 85% de etanol y un 15% de gasolina. Esto le da unos 10 caballos más de potencia y un ahorro del 5%.

Si bien es una buena iniciativa dentro del plan de Ferrari de reducir un 40% sus emisiones antes de 2012, desde Motoradictos creen que esto quedará como un prototipo y que será el sucesor del F430, que llegará dentro de dos años, el que incorpore realmente la tecnología biofuel.

Yo, en cualquier caso, me sigo preguntando qué es lo que sigue impidiendo que veamos coches eléctricos en las calles, por qué los fabricantes no se interesan más por esta tecnología y por qué siguen exprimiendo el uso de combustibles que siempre presentan emisiones y nos hacen depender de otros países. Los vehículos eléctricos son mecánicamente más sencillos, tienen 0 emisiones y casi no producen ruido. Es verdad que esa electricidad procede de centrales térmicas que tienen emisiones, pero año tras año la red eléctrico recibe energía de más fuentes renovables: más campos de aerogeneradores, de energía solar, mareomotriz... y llegará un momento que esas centrales sean minoría y las fuentes renovables dominen el mercado.

Si se impulsase esta tecnología, sería más sencillo controlar la contaminación atmosférica pues ésta se iría concentrando en las centrales eléctricas que poco a poco se irían cambiando por otras de energías renovables. Pero si se sigue apostando por combustibles alternativos, que siguen emitiendo contaminantes -salvo el hidrógeno-, el cambio será mucho más lento. Los biocombustibles dicen que tienen un balance neutro, puesto que el CO2 que emiten los vehículos es consumido por las plantas de las que se obtiene el combustible. Realmente, eso está bien, pero cuando existe una tecnología en la que el productor (la central eléctrica) y el consumidor (los vehículos) pueden llegar a tener 0 emisiones, mi balanza se inclina hacia esta última. Los biocombustibles son un buen combustible de transición, pero ya disponemos de la tecnología necesaria para para generar electricidad sin contaminar (centrales eólicas, solares, hidroeléctricas...) y para poner en el mercado vehículos eléctricos, y permitir a los consumidores elegir entre vehículos eléctricos o de biocombustibles.

Creo que los vehículos eléctricos terminarán por llegar, de una manera u otra. Es más, quizás no vengan de la mano de los países ricos, sino -y no me extrañaría- de países en desarrollo con economías emergentes. El tiempo dirá.

Fuentes: MotorAdictos / El Mundo
Imagen:
MotorAdictos

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