La Gotimplora de la UAB

Ayer me regalaron la Gotimplora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Esta botella de plástico apto para uso alimentario debe su nombre a la combinación de las palabras en catalán got (vaso, en catalán) + cantimplora. Consta de una botella de policarbonato y un vaso de polipropileno, y de forma opcional se le puede colocar un asa.

Es un proyecto y un producto propio de la UAB financiado con fondos propios y con el apoyo de administraciones públicas como son la Agencia de Residuos de Cataluña, El Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Catalunya, y la Entidad de Medio Ambiente del Área Metropolitana de Barcelona. El objetivo de este es reducir el uso de envases para bebidas en el campus universitario.

Según la UAB, por cada 1 litro de agua se consumen 2,5 litros de agua para fabricar su botella. Si toda la comunidad universitaria usara la gotimplora, se evitaría la emisión de 1.500 ton CO2 equivalente, que equivale al 8,6% de las emisiones de los vehículos privados que circulan por el campus anualmente.

Para fomentar su uso, la universidad está instalando nuevas fuentes de agua, que junto a las ya existentes permites a la comunidad llenar su gotimplora. Además, han llegado a acuerdos con cafeterías y otros establecimientos del campus para que ofrezcan agua mineral a granel para las gotimploras a un precio inferior a la envasada. El vaso, además para beber agua, tiene el tamaño justo para ser usado en las máquinas de café y de bebidas calientes. La idea es evitar el consumo de los vasos de usar y tirar, por lo que podrán pedir la bebida en la máquina sin vaso y emplear el de la gotimplora. Así, además de evitar un residuo, ahorramos dinero al evitar el gasto del vaso; y es que calculan que cada persona consume unos 350 cafés al año.

Este es uno de esos proyectos geniales, pues es ecología totalmente práctica. Su idea se puede extrapolar a cualquier lugar porque es muy simple y porque emplea un elemento ya existente como es una cantimplora. Lo novedoso es que al estar apoyado por la universidad se ha podido acordar su uso en las cafeterías y comedores. Por otra parte, el haber fabricado una botella específica con un vaso adaptado a las máquinas de café, hace más llamativo el proyecto y genera un icono que estoy seguro influye en la aceptación del mismo por parte de la comunidad. En definitiva, es un ejemplo de una sencilla idea que puede tener un importante impacto ambiental positivo además de fomentar la conciencia ambiental desde una aplicación práctica.

Fuente: UAB Noticias / Gotimplora
Imágenes: ambienteenmedio