Polémica por el uso de un herbicida tóxico

La empresa pública Gesplan está fumigando algunos barrancos del sur de la isla de Gran Canaria (concretamente en Mogán y Arguineguín) con un herbicida cuyo principal agente activo es el glifosato. La intención de ésta fumigación es erradicar la plaga de cañas que se ha apoderado de los barrancos y evitar también posibles incendios.

La polémica ha surgido porque las fumigaciones se están realizando cerca de fincas ecológicas. El glifosfato es un herbicida de amplio espectro que tiene potencial tóxico, cancerígeno, efectos reproductivos, acción mutagénica y es contaminante de alimentos; y que se usa en Colombia para destruir las plantaciones de coca. En Sudamérica su uso es polémico.

Los propietarios de las fincas ecológicas han denunciado la situación al Seprona y al organismo regulador de la agricultura ecológica, temiendo que el herbicida pueda alcanzar a sus cultivos y llegar a través de los alimentos a la población. Sin embargo, la respuesta que reciben es que es un producto autorizado que se está aplicando de manera experimental en los cañaverales.

Como todo este tipo de productos, la peligrosidad depende del tipo de uso que se haga y la concentración que se emplee. Está autorizado en muchos países, pero es cierto que buscando por Internet he encontrado muchísimas referencias a su peligrosidad. Y es que la polémica acompaña a este herbicida. En Francia la empresa Monsanto -uno de los principales fabricantes de este herbicida- fue condenada en 2007 por publicidad engañosa al anunciarlo como biodegradable.

Esperemos que se llegue a una solución adecuada tanto para la eliminación de las cañas como para la protección de los cultivos ecológicos.

Fuente: La Provincia
Imagen:
KyleEJohnson

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