La Fundación Terra en su afán por proponernos modelos de vida más sostenible quiere que recuperemos un elemento tradicional que nos permitirá tener agua fresca sin necesidad de electricidad (hoy en día suena hasta mágico...): el botijo.
Leyendo ISon21 ha conocido esta original campaña. Mucho niños sólo habrán visto un botijo leyendo "Mortadelo y Filemón", pero es un verdadero ingenio que se debería recuperar. La explicación de su funcionamiento es muy sencilla. Una pequeña parte del agua almacenada se filtra por las paredes del botijo (que son porosas) y al llegar al exterior se evapora produciendo un enfriamiento, de la misma forma que nuestro sudor nos refresca. Además tiene un factor añadido muy importante, y es que cuanto más calor haya, más se enfriará el agua del botijo. En condiciones óptimos se puede reducir la temperatura del agua hasta en 10 ºC. Y todo, sin consumir electricidad gracias a un fenómeno totalmente natural. En definitiva, no se emite CO2 y contribuimos reducir los gases invernaderos.
Por ello la Fundación Terra a través de esta campaña te invita a participar de diversas maneras: poniendo un botijo en tu casa, conociendo más sobre el efecto botijo, visitando el Museo del Càntir de Argentona, etc. También puedes conocer más sobre el efecto botijo en el Rincón de la Ciencia del I.E.S. Victoria Kent o incluso realizar unos sencillos experimentos para aprender empíricamente.
La Expo Zaragoza también se apunta a explotar este fenómeno natural. Por una parte el Pabellón de España ha sido diseñado para que se mantenga refrigerado naturalmente de manera similar a los botijos. Por otra parte, en el Pabellón de Aragón podrás comprar botijos fabricados con materiales naturales y artesanalmente por discapacitados mentales del Centro Especial de Empleo "El Cierzo y la Retama". Sólo cuestan 10 €.
En Canarias el botijo no es tan popular, pero tenemos algo parecido: Las Pilas de Agua, también conocidas como Tallas o Destiladeras. Esta se basa en el mismo fenómeno, pero utilizando un cántaro colocado en un mueble de madera bajo una piedra porosa. El agua se vierte en la piedra con forma de cuenco y en su paso a través de la ésta es destilada y filtrada, cayendo al bernegal (el cántaro). Una vez lleno, el bernegal se tapa con un plato sobre el que se suele dejar el vaso para beber.
Por cierto, en el botijo sólo pon agua. Conozco un caso cercano en el que quisieron tener leche fresca y claro al ser poroso parte de la leche quedó en las paredes y ahí se fue descomponiendo...
Fuente: ISon21 / Terra
Imagen: Terra
Leyendo ISon21 ha conocido esta original campaña. Mucho niños sólo habrán visto un botijo leyendo "Mortadelo y Filemón", pero es un verdadero ingenio que se debería recuperar. La explicación de su funcionamiento es muy sencilla. Una pequeña parte del agua almacenada se filtra por las paredes del botijo (que son porosas) y al llegar al exterior se evapora produciendo un enfriamiento, de la misma forma que nuestro sudor nos refresca. Además tiene un factor añadido muy importante, y es que cuanto más calor haya, más se enfriará el agua del botijo. En condiciones óptimos se puede reducir la temperatura del agua hasta en 10 ºC. Y todo, sin consumir electricidad gracias a un fenómeno totalmente natural. En definitiva, no se emite CO2 y contribuimos reducir los gases invernaderos.
Por ello la Fundación Terra a través de esta campaña te invita a participar de diversas maneras: poniendo un botijo en tu casa, conociendo más sobre el efecto botijo, visitando el Museo del Càntir de Argentona, etc. También puedes conocer más sobre el efecto botijo en el Rincón de la Ciencia del I.E.S. Victoria Kent o incluso realizar unos sencillos experimentos para aprender empíricamente.
La Expo Zaragoza también se apunta a explotar este fenómeno natural. Por una parte el Pabellón de España ha sido diseñado para que se mantenga refrigerado naturalmente de manera similar a los botijos. Por otra parte, en el Pabellón de Aragón podrás comprar botijos fabricados con materiales naturales y artesanalmente por discapacitados mentales del Centro Especial de Empleo "El Cierzo y la Retama". Sólo cuestan 10 €.
En Canarias el botijo no es tan popular, pero tenemos algo parecido: Las Pilas de Agua, también conocidas como Tallas o Destiladeras. Esta se basa en el mismo fenómeno, pero utilizando un cántaro colocado en un mueble de madera bajo una piedra porosa. El agua se vierte en la piedra con forma de cuenco y en su paso a través de la ésta es destilada y filtrada, cayendo al bernegal (el cántaro). Una vez lleno, el bernegal se tapa con un plato sobre el que se suele dejar el vaso para beber.
Por cierto, en el botijo sólo pon agua. Conozco un caso cercano en el que quisieron tener leche fresca y claro al ser poroso parte de la leche quedó en las paredes y ahí se fue descomponiendo...
Fuente: ISon21 / Terra
Imagen: Terra
Hola, José Alberto. Me encanta la idea del blog. Y la del botijo, más. Buena singladura. Nos vemos en la gofiosfera. :-))
ResponderEliminarLa verdad es que mis únicas experiencias con los botijos son de cuando jugaba al tenis de pequeñito, ya que en las pistas de tenis donde jugaba siempre había un botijo con agua bien fresquita...
ResponderEliminarEl botijo siempre estuvo presente en casa de mis padres, pues era un elemento más de la casa y como dice el articulo, bastante buena que era el agua; fresca y sin peligro de congestión al no esta muy fria como si estuviera en la nevera; sino fresca.
ResponderEliminarSaludos,
De estreno
ResponderEliminarEstamos de estreno en la comunidad bloguera de Canarias7.es. 14 blogs entran a formar parte de esta familia, ya numerosa....
A ver si me hago con uno pronto. Disculpen por el retraso en publicar sus comentarios, pues andaba adaptándome a este nuevo entorno. Un saludo a todos.
ResponderEliminarEso en mi casa se llamaba porrón ;-)
ResponderEliminar¡Bienvenido a la red!
¡Gracias por la bienvenida, Cuinpar!
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