Ecoetiquetas

Cuando adquirimos productos, unos elementos que nos resultan muy útiles para elegirlos son las etiquetas. Gracias a ellos podemos, por ejemplo, saber fácilmente si es tóxico para la salud o si no contiene gluten, y así poder seleccionar aquellos más acordes a nuestras necesidades y exigencias.

La cada vez mayor preocupación por el medio ambiente ha propiciado igualmente la aparición de etiquetas específicas para informar sobre las características ecológicas de los productos: las llamadas ecoetiquetas. Estas se pueden clasificar de la siguiente manera:


A) Oficiales:
Son aquellas otorgadas por administraciones públicas o reguladas por una legislación específica. La gran mayoría son de carácter voluntario, aunque existen algunas obligatorias (ej: etiquetas sobre consumo de carburante y emisiones de turismos).

B) No Oficiales:
Son aquellos que no son otorgados por administraciones públicas y son de carácter voluntario. Se pueden dividir en:

b.1) Otorgados por terceros: El productor somete su producto a una evaluación por un tercero que otorga la etiqueta si supera una serie de requisitos exigidos. Lo más común es que se basen en una norma estandarizada por algún organismo de reconocido prestigio, siendo el tercero una empresa certificadora acreditada (ej: Aenor Medio Ambiente).

b.2) Autodeclaraciones. Son indicaciones que el fabricante señala en su producto para remarcar alguna característica ambiental, pero que no están reguladas o verificadas por un tercero. El declarante es totalmente responsable de la declaración. Generalmente se presentan en forma de símbolo o logotipo (ej: logotipo "Respetuoso con la capa de ozono").

Por supuesto, el valor de las ecoetiquetas está en la confianza que tengamos depositadas en el organismo certificador (público o privado) o directamente en el fabricante (en el caso de autodeclaraciones).

Con esta entrada vamos a iniciar la publicación de fichas periódicas en las que repasaremos las más conocidas ecoetiquetas que podemos encontrar en los productos de consumo y servicios. A veces no nos percatamos de la fuerza que tenemos como consumidores para influir y cambiar el mercado al elegir unos u otros productos. Las ecoetiquetas suponen una magnífica oportunidad para diferenciar aquellos productos más ecológicos, y al adquirirlos enviamos un mensaje al resto de fabricantes haciéndoles saber nuestro compromiso con la sostenibilidad y exigiéndoles bienes y servicios más respetuosos con nuestro entorno.


Imagen: aokettun