Un paseo por las Dunas de Maspalomas

Este verano, si estás en Gran Canaria, una opción relajante a la vez que didáctica es dar un paseo por unas de las sendas que existen dentro de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas.

dunas_maspalomas-1.JPGPara quien no la conozca, está localizada en el sur de Gran Canaria en la zona más turística de la isla, entre las playas de El Inglés y de Maspalomas, y es también un Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000 europea. Básicamente está formado por un extenso complejo dunar y una charca lacustre que alberga diferentes hábitats y decenas de especies botánicas y faunísticas. La charca constituye un humedal con un alto valor como enclave para las aves.

Una hora ideal para iniciar el paseo es por la tarde, pues las temperaturas más suaves se agradecen para caminar por el interior de la Reserva. El mejor inicio es el Centro de Interpretación de las Dunas de Maspalomas, localizado junto al mirador de las dunas que existe detrás del Hotel Riu Palace Maspalomas. dunas_maspalomas-2.JPGAllí podrás conocer más acerca de la reserva en sus paneles y audiovisuales. El Centro da la oportunidad incluso de realizar un itinerario guiado por un monitor ambiental de manera gratuita, si bien se debe reservar con antelación. No dejes de observar el jardín que rodea el Centro, pues reúne especímenes de las diferentes especies vegetales que se pueden encontrar en la reserva.

De las cuatro rutas existentes tomamos la ruta roja, la más al sur de las que finalizan en el Parque Tony Gallardo, si bien optamos por dirigirnos hacia la playa y rodear el extremo sur del Charco de Maspalomas al llegar al punto del sendero más cercano a la costa. El recorrido duró unos 40 minutos caminando sosegadamente. La ruta es muy cómoda, exceptuando las zonas de dunas móviles una buena parte se realiza transitando sobre un firme duro. Seguir el sendero es fácil, sólo hay que ir siguiendo las estacas de madera con la franja roja. Eso sí, a veces hay que mirar bien alrededor porque algunas estacas quedan detrás de las dunas o parcialmente tapadas por la vegetación. En muchas de las estacas habían bolsas de basura para quienes tengan la tentación de dejar su basura en la Reserva.

El paseo es muy bonito. Después de pasar por la zona de dunas móviles, surge la vegetación desértica y comienzas a caminar entre aulagas, balancones, tarajales, uvas de mar... además de aparecer los primeros habitantes: pequeños insectos y algunas aves. dunas_maspalomas-3.JPGEn determinados puntos de la reserva la vegetación es densa y la presencia de palmeras da una mayor fuerza al paisaje. También pude ver dos parcelas valladas en la que se realizaban investigaciones. El final del paseo es espectacular. Al llegar a la Charca la vida explota en forma de decenas de especies de aves (puedes descargar esta guía de aves del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana) y cientos de peces. Los cantos inundan el aire y la vegetación desbordante rodea el humedal y permite ocultar los nidos de los polluelos. En el mirador de la Charca, unos paneles te ayudarán a identificar las aves y plantas y te explicarán las características de la Reserva. Ir al paseo y sentarse frente a la Charca es el final perfecto de la caminata.

Por su situación (está en una zona muy turística), su atractivo y sus características la Reserva es un lugar de equilibrio muy frágil. Además de hacer frente a las sequías, los temporales y la pérdida de arena periódica, debe resistir nuestra presencia. dunas_maspalomas-4.JPGY es que, a pesar de las bolsas colgadas de las estacas pude ver basura en el suelo, y a pesar de que los senderos están señalizados pude ver a gente dentro de la zona de exclusión de la Reserva (que es la zona de mayor calidad y biodiversidad, y lugar de nidificación de muchas aves).

Es un hermoso lugar cuya preservación es tan sencilla como transitar únicamente por los senderos, no dejar basura (puedes usar las bolsas, pero tampoco cuesta nada llevártela contigo y tirarla cuando salgas de la Reserva) y no alterar el paisaje, la vegetación ni molestar a los animales, entre otras buenas prácticas.


Imágenes: El verdal

Comentarios